Podría decir tantas cosas que sólo, y ya sabes, si ves el
mar...
Posees un huracán, habitando tus venas, que arrasa y rompe
tus tejidos.
Y todavía dudas, como duda el que recibe el disparo, cuando
aún no sabe si ha hecho blanco.
Y hoy el mar eres tú, teñido de rojo,
y yo me baño en tus aguas, tiñendo la piel...
Se formarán nubes y lloverá mañana.
Los campos, serán regados con tu sed.