lunes, 30 de septiembre de 2013

Te sobraba la ropa al esperarte,
al sonar el timbre, al usar las llaves. 


Te sobraba la ropa al final del pasillo,
a la luz, al ruido del interruptor pulsado.


Te sobraba la ropa a oscuras,
al caer los cojines,
...al no rescatarlos.






jueves, 19 de septiembre de 2013

Pensamientos no registrados.



El dolor es a veces la respuesta, a todo eso que hubo antes, que nos agradó, nos encantó, nos emocionó, y nos alegró tanto la vida, como para que ahora suframos su ausencia. Notar esta ausencia en el presente, es haber tenido la oportunidad de sentir su presencia en el pasado.

El dolor es a veces la respuesta, pero no es la última réplica, porque quién ha sabido encantarse, emocionarse y alegrarse, tiene ya dentro, la capacidad de volver a hacerlo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Lo que da miedo.

Me dan miedo las decepciones (propias y ajenas), las falsas estadísticas, y los minutos de espera.

Las primeras porque dañan más que cualquier roto, herida, o fracaso, porque lo combinan todo, y duelen desde ambos bandos, cargándose en la mirada o en la espalda, según el caso.

Las segundas por el mal poder que tienen, el disfraz que suponen de inteligencia, pero una inteligencia no comprobada, indocumentada, o precipitada, esto es, peligrosa ignorancia. 

Y lo tercero, porque es el tiempo de duda, una duda que siempre hay previa a la decepción, y al conocimiento. Una duda que es posibilidad de daño, o de engaño. Y en la posibilidad siempre está el miedo, alegando.

domingo, 1 de septiembre de 2013

the one...


No sabemos a dónde vamos, y cada vez nos importa menos de dónde venimos.
Los pasados se dejan atrás por petición popular, alegando superación, avance, madurez incluso. Ojalá la madurez de sus cinco años de quienes ahora tienen treinta y se vienen abajo, por haber subido quizás demasiado pronto.

Yo en el camino voy, y me paro, y vuelvo porque me he olvidado algo. Y corro mucho a veces, y me canso y descanso. Y aprovecho la parada, o la desaprovecho, y me limito o me extralimito. Me encuentro con otros, me desencuentro a mí misma, recupero el aliento, o se lo robo a alguien. Figuro y protagonizo, desaparezco, me hacen desaparecer. Me requieren y quiero, requiero, y me dejan de querer.  Río como se reía después del paraíso, cuando se había llegado a llorar, y por tanto a valorar.

Y entremedias está el presente y el pasado, y un pie en el futuro y la cabeza en otro estado. Y está bien que puedas contar con alguien, y es necesario que puedas contar contigo. Con el que fuiste y aprendió por ti, con el que ignoró y con el que acertó, con el que te ha hecho llegar, y con el que no dejas de estar ahora para, mañana, seguir estando.