jueves, 17 de enero de 2013

Martian.



No sabemos la estrella que tenemos hasta que chocamos con un meteorito caído en tierra, arrasado y abrasado, con el color del dolor, y la evidencia de encontrarse dónde no le esperaban, ni le esperan.

Y es que a veces eso reflejan las miradas, luces de planetas más lejanos, dónde el sol llega menos, y el frío es algo inmenso.
Ojalá antes de ponernos a buscar galaxias ahí fuera, nos preocupáramos por esas personas que sienten ser de Marte, en su propia tierra. 




domingo, 13 de enero de 2013

Recover.


Tengo los días a medio soñar, no me da tiempo para todo.
Tengo absurdos a los que presto atención con la misma seriedad que un mimo, y es una seriedad triste y dramática, excepto cuando mira un niño, o una sonrisa bonita, no sé si me explico.

He retorcido las bases a las que ceñirme, porque carezco de elementos con que aplicarlas después.  Pero aquí sigo. Llevando la contraria a los que piensan como en su día pensé yo, sin más argumentos que el “que ridícula la existencia si así fuera”.
Y se sobrelleva, se toman dosis de besos perdidos que dejan caer y se guardan para otros tiempos. Y se mira con la cabeza bien alta, que bastante estatura me negó mi madre. Y gracias, que no hay nada mejor que ver las cosas desde esta perspectiva, que te pone más en órbita con la realidad, porque ésta no está allá arriba con las nubes y plegarias, sino aquí abajo, con las piedras y los hechos.