viernes, 30 de octubre de 2015

Despacio. Como un interlocutor experimentado que respeta los silencios de mi tiempo, y consigue fusionar las luces sometidas a la niebla, a través de las gotas del cristal expuesto al frío y su calor.

Nada te retiene y aún así te detienes. Esperas. La paciencia es una virtud que nació en unos labios perdidos.


Sin embargo, de esta áspera búsqueda el fruto está vendido, si no al diablo a una fuerza mayor, que se niega a devolver su oferta, que sabe ya muy bien, el porqué de negar cualquier promesa.

domingo, 4 de octubre de 2015

y si fue, aún soy.

Sacas mi yo de dentro, retorcido, y lo expandes por mis costados.
Como si lo clavaras al aire, a mi alrededor lo expones, lo haces público ante mí,  para que no tenga otra opción que evidenciarlo.

De mis extremidades, como si mis venas superaran mi cuerpo ,y fueran a dar riego a esa nueva forma, a la sombra extraída, al yo más interno, se alimenta y va creciendo, inflado por mi aliento.

Sobre mi cabeza, bestial y enorme se dibuja, como imposible, 
en su origen de una humana.
Negro, como una brutal nada.  Inspira y espira, a un ritmo pesado y lento, sobreviviendo a esta realidad, pues es otra su condición, su término.



¿y si su origen no era humano?
¿y si fue, o es todo aún, un sólo tránsito? 



sábado, 3 de octubre de 2015


Nos sentíamos tan universales crepitando en aquel sol,
que al convertirnos en papel costó volar para alejarse.

Fuimos la llamada de un poeta menor,
y aún busco entre sus rimas, quien me mate.