Esta mentira no va a ser nuestra mañana. No
seremos nosotros los que la sostengamos, los que la defendamos. No sabemos
hasta qué punto vamos a representar el papel de culpables o inocentes, porque
lo mismo dejan la historia por rumor, o hacen de ella religión.
Vamos a jugar a que es verdad, vamos a dar
que hablar. Es fácil, tenemos el fuego dentro, y hemos bailado con él a nuestro
antojo tanto que, ¿quién va a negar que nos quemamos, al menos una vez?
No habrá herida mañana, ni dedos marcados en
la piel, pero eso nadie lo mira, sólo se fijan en la luz, y llama, bien sabes
que prendemos.
Vamos a cegarles con ella, a desatar mil
fatuos, a dejarlos correr y divulgar a su antojo, mira como salen cien de un
simple gesto. Imagínate si doy un paso más, no nos van a dejar ni andar.
Ahora poco a poco, vamos a ir descendiendo el
rubor, tú soplas una vela,
y yo me alejo un paso a estribor. Soplas una más, y parece que me escondo. A la
siguiente, ya no recordamos haber generado calor.
Por la mañana, como quien amanece en un
bosque arrasado, buscarán cualquier huella o signo, e incluso cenizas que
puedan reanimar para confirmar su indicio.
No importa si el incendio es ficticio.
Reportar vicio es vicio.