Y perder peso, para que cueste menos ser péndulo en el
vértigo.
Y ganar resistencia, y resistirse.
Y llorar los ojos de cristal para humanizarlos.
Pero no ser humana, no fingirlo, y no negarlo.
Seguir,
con los dedos asidos, descosidos, y temblando.
con los dedos asidos, descosidos, y temblando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario