martes, 18 de octubre de 2016

Usos alternativos del instinto.

Hagamos una cosa, 
cuando quieras parar gritas, pero hacía dentro, que te note retorcer el alma antes de perder la voz.

Ya sabes,
puedes pedirlo y después temerlo, 
y al tenerlo enajenarte después.

Pero no digas que sí, y cierres la puerta,
ni arañes madera cuando puedes arder dentro.

Abre, no he acabado contigo. 
Hay una línea que quiero que cruces.


Y no hay retorno, no lo  busques. 
Puedes tantear a ciegas, pero una vez que sabes lo que quieres, sin importar lo oscuro que sea,
 la luz más maravillosa de todas, sólo te dará delirios de tinieblas.

martes, 4 de octubre de 2016

- No quiero eso en mi casa.
- Pero no te importaba cuando lo usaba en tu cama.


No quiero hablar, ni tampoco el no hablar que implicaba llamadas de vecinos a las tres de la mañana.

Contábamos con los dedos los días que nos quedaban. A veces no había los suficientes libres.
Recuerdo la falta de luz y la presencia de insomnio. Como el verano de la creación de Frankenstein.
También tú ganabas en terror y placer.

Nada me salvó de ver tu muerte, a centímetros de ti.
Mi respiración acompasada. La tuya huérfana de aire en los pulmones.  Llena de otras cosas. 

Cosas que nunca quise en mi cama.