domingo, 29 de mayo de 2016

Suponer que el impulso estaba, aun cuando no recuerdo contenerlo, o que adoptara forma.

Ahora el cuchillo en la almohada, y el inhalador, por si pudiera...

Que las manos limitan y entregan, y a veces contienen, y esconden.
Que si las muestro reales enloquecen, que sienten músculo y hueso, y palpitar de corriente,
y necesitan de más tacto, de más, de tanto, que o se rompen ellas, o se rompe algo.


O lo contuve o no estaba, porque ahora no puedo, adopte la forma que adopte, fingir que no lo advierto.

viernes, 20 de mayo de 2016

Al movimiento de un centímetro involuntario, se le otorgó un riesgo mortal.
Aceptarlo, sería un error de cálculo.

(Pero después de aquello se veía la posibilidad en cada temblor,
y no hay quien supiera no moverse).


Empieza así en un impacto, preciso,
no importa el sin querer.
La línea avanza, vertiginosa, crece, se ramifica,
crea a su paso caminos de sutura.

En su carrera se sobrepasa, vuelve al inicio, y forma origen y término,
rompiendo en dos
(o en tres, o en cuatro,

 pues no hablábamos de algo de por sí intacto).

martes, 3 de mayo de 2016

La presa fácil, la contaminación de las alas.

Fallaste en apresar al más débil,
y el jirón de su carne en tu boca,
sabía a triunfo arrebatado, y a puñal en la espalda contraria.

Ahora buscas el error,
mientras te limpias las manchas de las heridas de otros.

Y no quieres mirar porque no ves más allá.

Y los ojos se cierran,
y las dudas se expanden.

Las venas, se deshacen.