sábado, 28 de enero de 2012

further.



Decidí, embocarme en la noche más nimia. Percibir mariposas de horror. Encararme al mundo sin perder ni el son ni el licor.

Y además, convencí a medio planeta, de que el aire era casi mortal, y cuando ellos no respiraban, yo inhalaba, sí, inhalaba su mitad.
Pero más. Más querían aquellos incautos, más allá del dolor y el placer, y buscaron más ancestros, a quienes preguntarles por los días de ayer.

Pequeño abismal, tú fuiste un postor, ¿lo olvidaste ya? no queda en el mundo un garaje, donde derrapar con tu mala obsesión. Y yo he dejado el juego, por otro aún peor, desteñido en alguna canción.

Y ahora vienen, como fueron a por ella una vez, pero tan diferente…no mires,no mires, no.

domingo, 22 de enero de 2012

G.




Sube el volumen de los gritos, súbelo. Quiero oírlos hasta que me duelan. Que me destrocen por dentro, que arañen, raspen, maten. Que entres por cada poro de mi piel y cristalices dentro, gritando, desgarrándome cada maldito órgano, golpeándonos hasta que amanezca, hasta tener los labios hinchados en el mar de sangre más roja que hayas visto jamás. Venga grita, grítalo, grita, ¿no te atreves? Hazlo, congestiónate en voces que den pánico, ¿serás capaz? ¿Serás capaz de dolerme con tu voz? Por dios grita ya, quiero oírlo, grita, GRITA.

sábado, 14 de enero de 2012

mistake or not.


Y al segundo después de hablar darte cuenta de que has dicho más de lo que te hubieras atrevido a soltar si hubieras pensado antes.
Desde ese momento no saber si reír para bajar la temperatura de la frase y restarle unos cuantos grados al minuto siguiente, o vagar para otro lado para hacer notar incomodidad y pasar de esfera.
O plantarse, plantarse y mirar de frente, esperando que de una vez por todas haga click el on de esta situación ya insostenible.

viernes, 13 de enero de 2012


Paseo de memoria por esta parte del parque, conociéndolo mejor que conozco el estrecho pasillo entre mi cama y mi ventana. Da igual que haga frío, le sigo siendo fiel. No me canso de recorrerlo a solas cada mañana.
Algunos podrían asustarse ahora entre sus árboles, cometiendo el error de creerlos fantasmales, cuando no son más que seres que se desnudan ante mí, con escuálidos cuerpos pidiendo caricias.
Los he visto en cada estación, pero de su primavera no me acuerdo. Su otoño los vuelve inmensos, y ahora en invierno son míos. Siento esta pertenencia por la manera en que callan y miran, sin querer molestar. Sólo algún pájaro se atreve a volar de rama en rama.
Estoy segura que entre sus raíces habita alguna especie en extinción.
Y aquí en Madrid, con la carretera ahí, siquiera a unos metros…no he encontrado mayor sosiego.

miércoles, 11 de enero de 2012


Camino entre mis pocas ganas de desaparecer y tu obvia falta de presencia,
y lo que me encantaría saber de ti, y lo que tú escondes.
Estoy por odiar el humo interminable de los cigarrillos a mí alrededor. Y desear que no se acabe el humo del que te fumas a mi lado.
Se me acaba la paciencia entre todo este vacío de intenciones mudas,
pero creo que algún día tendrán voz. Ruido también.
No me fijé en el pulso de tus dedos, aún sé que no olvidaré tu voz.
Soñé, sí te soñé.

lunes, 9 de enero de 2012

same.


Hay una mesa entre nosotros, y sofás demasiado estrechos.
Me quejo en mi mente mientras sonrío a ver si se me pasa.
Desde mi asiento me acomodo en frente tuyo. Ya no sonrío. Demasiada concentración en percibirte.
Juegas con las manos, y no miras nada.
Algo se debe advertir sobre mi erróneo disimulo, porque levantas la vista,
la seriedad de los ojos en momentos así, es casi bella.
Aquí, durante este segundo,
¿No tienes la sensación de qué estamos completamente a solas?
¿De qué solo yo te miro, y solo tú me miras?
No hay nada tan imprescindible como la gente a nuestro alrededor.

Si pasa este segundo, ¿Pasaremos tú y yo?

sábado, 7 de enero de 2012

También.


De entrada frío, caras desconocidas entre una excusa conocida.
En realidad lo ves llegar, siempre, aunque en el momento te lo niegues.
Esta noche un par. Cómo los cazas.

Alguna risa, un trago que otro, conversaciones perdidas en la circunstancia.
Se torna más serio, algo se tensa, llamada de atención.
Ya los pasos van más fijos, tienen una dirección, un propósito más bien.
Parpadean luces, hace más calor.

A ver qué haces, ¿sabes manejarte en las distancias cortas?
El primero lo excusas rápido, tienes experiencia.
Cuidado, llega tu turno.

-¿has oído antes esta canción?
–lo siento, te miraba. ¿Qué dices?

En este momento ambos sabéis de qué va
¿Quién lo verbaliza?
-“dime ahora que a mí también vas a decirme no”

waste.


No es más que eso. Sé poco de ti, para ser sincera sé poco de nadie.
No me importa, no me importa en absoluto.
No creo en el tiempo perdido, sino en el tiempo por perder.
Creo que en alguna canción lo preguntan, o lo afirman, qué sé yo.

¿Quieres perder tiempo conmigo? No hay mayor bendición.

miércoles, 4 de enero de 2012

Madrid mojada




Llovía,
y era de esos días que odias el paraguas
Y no te importa calarte hasta los huesos, porque tienes la piel impregnada de algo que llaman libertad.

Entre los charcos una mujer va pelando poco a poco una manzana
De una sola tira.
Vendía flores, se mojaban,
su manzana no.

Y me adentré donde nunca es de noche ni de día, donde no llueve ni hace sol.
Por coger un tren recorrí pasillos largos, sin fin cercano, y al fondo sonaba una música, de ciudad mojada y oscura, inundada de luces de neón, donde la gente calla y hay mucho ruido alrededor.
Iba como llorando, y al torcer la música cesó.

Maldición.
Pero no,
Allí estaba, de improviso, un golpe de jazz
Un saxo en la siguiente esquina,
y yo ya, no buscaba más.

Cerrar los ojos, sonreír, mientras andaba bailando hasta el final del túnel..
Igual la gente miraba, qué más da, la felicidad te da eso, te da igual.


Que no sé,
Que Madrid tiene estas cosas,
Otros sitios también
Pero no con el mismo tono, no con la misma luz, no con el mismo nosequé.