jueves, 5 de octubre de 2017

Querías escapar pero había alguien más, escapando, antes que tú.


Me estoy meciendo en la ausencia de esquinas de esta habitación.
Tengo golpes que salen del interior de mi cuerpo,
y dejan contusiones que se resienten con cada actividad cerebral.
Me protejo en los abismos de un hipnotismo mudo
y sin tocar un botón se disparan los volúmenes.

Te encuentro,
y hago de ello algo dañino, hiriente y saciante.
Vuelco ,
 y en tus límites dejo que ideas mal contenidas se derramen, e impregnen la siguiente vez.

Sólo porque tu voz me llegó un instante desde más cerca,
puedo volver a susurrar.

¿Reúno las cualidades para que me evites mañana?
¿qué forma alcanzan en tu oído los sonidos,

 cuando te hablan tan próximo que casi ni se llega a pronunciar?

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