No quiero desplazarme por ti como un sello por el sobre. Y
eso que no los coleccionas. O eso creo.
Me gustaría saber dónde se quedó el murmullo que nos
decía alto y claro: “Quedaos”.
Los deseos de ambos se tambalean cuando desean los demás,
y eso es un fallo.
Si me buscaras a medianoche encontrarías el doble, y si
lo hicieras a mediodía encontrarías más de la mitad y menos del todo.
Quizás igual viceversa. Quizás no.
Haz ruido por mí.
Yo me he cansado de hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario