La vista a medio desaparecer,
El tacto desesperándose.
Y se habla de desesperación cuando ya no se espera, o
cuando se está justo en medio de ese resultado que llega efímero y vibrante, y no lo quieres ver cesar y lo
alargas, pero a la vez tu cuerpo le susurra “ahora”, abocándolo a una muerte
entre tus ritmos.
Y ya al morir, reaparecer, quizás no en ese orden.
Y si hay sonrisa, hay pacto
Y si lo que hay son prisas, ya sonríes menos.
Que por mi parte un día tuve prisa, que volví después,
que sonreí demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario