martes, 20 de septiembre de 2016

No toques ahí, (va seguido de un aún).


Sabemos esperar, a veces demasiado,
 (a veces en la espera estaba el mismo trato).

Queremos escuchar  con demasiado ahínco, 
luego se nos rompe el equilibrio,
y el malentendido, siempre.
Y siempre se sobreentiende, y no se vuelve.
Y no repite.

No sabes decir más que lo que condenas,
nadie sabe lo que adoras, ni siquiera tus piernas.

Nada dejas claro, nada en tinieblas,
 y a veces cuesta
seguirte el paso, seguir la tierra.

Y cuando salga fuego, no pidas guerra
"¿dónde está la paz que me la como?"
ya dijiste, ya te fuiste


ya te avisé sobre ser quien eras y después no digerirte.

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