sábado, 4 de agosto de 2012


Desarraigadas las señales,
y aturdidos los recuerdos,
y enclaustrados nuestros versos, aquellos versos, aquellos… que recitábamos a oscuras, de memoria,
fingiendo no sentir, o sentirlos demasiado.
Cuando dos esferas chocan, cuando dos absolutos se unen…


Allí, allí estuvimos, y fue, como dejar que el aire, que el mismo aire que inhalabas, fuera teñido de mal, y blanqueara jirones de dolor.
Ojalá, ojalá dijeras algo así como: “nunca más”.
Tendría más sentido. 

1 comentario:

  1. Saludos, si te interesa yo tambien tengo un blog http://mandroaslop.blogspot.com/, donde abordo disimiles situaciones..

    ResponderEliminar