martes, 4 de febrero de 2014

Lo "mortalizado".


Vienen a recordarnos que existimos, y que ellos han existido con nosotros desde hace varios años.
No importa nuestra existencia anterior a su alteración, ese es el mensaje, porque no está registrada.

Pero ah, ahí está, el cerebro humano, sorprendiendo como siempre.

¿Qué es eso difuso? ¿No será un recuerdo? Uno de verdad, sin foto, sin canción de moda.
Cuidado con esos que son los más peligrosos, porque nadie puede venderlos, modificarlos, edulcorarlos, despreciarlos o eliminarlos.
Tengo recuerdos así, lo reconozco. Los tengo de todo tipo. Envasados, y rotos. Tan válidos unos como otros. 

Y tengo en especial lo privado, lo desvirtualizado, lo tan puramente humano que, cuando yo muera, morirá conmigo, y solo conmigo,
porque elegí no inmortalizarlo.

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