lunes, 25 de enero de 2016

Dust.

Bajando el pulso y la voz, se quemaban los anteriores gritos al aire, que envolvía nubes de polvo a contraluz, en un intento por ser una imagen de calma.

El anterior pensamiento, de hacerte desaparecer a tiros de mi propia arma, parecía lejano en el tiempo, pero aún fuerte  en sus ansias.


Y a día de hoy es cierto que no quiero recuperarte a ti, ni tu voz, ni tu alma. 
Pero tampoco quiero seguir con tu esqueleto a mi espalda. 


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